Ser mamá a la distancia - Diario de una madre viajera... Y bailarina


Fui mami muy jovencita, con 20 añitos nada más. Recuerdo muchos comentarios muy tristes por parte de algunos miembros de mi familia, dando a entender que mi  vida se había acabado, que me "había echado a perder", que no tendría futuro, etc, etc. Ya sabemos que le gusta mucho hablar de lo ajeno a la gente. Antes de tener a mi niño,  mi vida era bastante desastrosa, caótica, sin metas ni objetivos. Yo, era irresponsable, soberbia, creía que me las sabia todas. Considero que el universo envió un angel  a mi vida, uno que cambio por completo mi forma de entender las cosas, que lo puso todo patas arriba y me cambio por completo. Ese angel tiene nombre, se llama Santiago y a día de hoy tiene casi 14 añazos. Desde el primer momento que lo vi, me enamoré de él profundamente. Recuerdo una charla que tuvimos, bueno "charla", él era un recién nacido, pero su mirada era tan intensa y profunda que parecía que estaba entendiendo a la perfección todo lo que le estaba diciendo.  Le dije, que lo quería muchísimo y le prometí que lo haría lo mejor posible. Que me tuviera paciencia, que algún día iba hacerle sentir orgulloso de  mi. 


Se que para muchos la decisión de venir a vivir a Egipto fue equivocada. Un país árabe, musulmán, tercermundista, de carácter conflictivo, machista, etc, etc. Podría decir mil cosas malas acerca de este país ¡Pero también tiene muchas cosas buenas! Una de esas cosas buenas es que aquí, vivir de mi danza dejaba de ser un sueño, para convertirse en una realidad. Espectáculos a diario ¡No solo uno! ¡Hasta 5 o 6 por noche! Ensayos, nuevos shows, crecimiento, experiencia, nuevas oportunidades ¡Todo lo que como bailarina siempre había soñado! La decisión no era tan complicada mirándolo de este punto de vista, tenía  dos opciones... O me quedaba en España fregando suelos, siendo camarera o dependienta, porque no tengo ningún tipo de formación legal convalidada, ni siquiera la ESO... O venía a Egipto a vivir de lo que amo, a trabajar de lo que he estudiado y para lo que me he preparado durante toda mi vida. Muy cobarde y cómoda tendría que haber sido para no hacer lo que hice ¿Que habrías hecho tú?


La parte más difícil de toda esta historia fue sin duda alguna, dejar a mi niño en España. A pesar de que él estaba triste, y seguramente acojonado por los cambios a los que se tendría que enfrentar, siempre fue el primero en apoyarme y darme ánimos ¡Es un crack! Estábamos muy muy unidos y mi plan era que siguiéramos estándolo, aquí, en Egipto. Plan que él finalmente descartó; la idea de ir al colegio en inglés o árabe le aterraba y optó por estar durante el año escolar en España y en verano aquí conmigo. Era comprensible, era un cambio muy grande para él, no podía forzarlo a vivirlo y a la larga, fue la decision más acertada, porque me toco vivir momentos realmente duros y difíciles de sobrellevar,  principalmente este ultimo tiempo a raíz del caos creado por el  COVID19. 

Siempre he creído que el universo tiene algo grande esperándome. No sólo a mi ¡A todos! Aunque no todos se atreven a salir en su busca. Es una aventura que hay que vivir, nacer, crecer, explorar, empezar a soñar y encaminarse a buscar cumplir esos sueños. Sin prisa, pero sin pausa. Eso es lo que quiero que mis hijos hagan el día de mañana, eso es lo que intento inculcarles... Que sueñen, que crean, que sean felices haciéndolo. Que luchen, que fabriquen a cada paso sus caminos hacia la realización personal, que tengan historias que contar a sus nietos, anécdotas mágicas y maravillosas. Y la mejor forma de enseñar... Predicar con el ejemplo. 


¡Es duro! Muy muy mucho, para ambas partes.Yo ya tenía un entrenamiento previo de desarraigo, dejé mi ciudad natal, Buenos Aires, con 17 años. Allí quedaron mis padres, mis hermanos, todos mis amigos y mil historias de una infancia un tanto complicada, pero al fin y al cabo feliz. 

Para mi niño la experiencia era completamente nueva, pero lo nuevo no siempre es malo... ¡Ni eterno! A día de hoy hace mas de un año que  no nos vemos,  y  no pasa un día en que no lo tenga presente, está siempre conmigo, vaya donde vaya, haga lo que haga y solo puedo decirle ¡Que es un valiente! ¡Que todo este tiempo me ha hecho sentir sumamente orgullosa de él! Que espero, que algún día me entienda y que no me guarde rencor. Que en un futuro, no muy lejano podamos ver como el esfuerzo y el sacrificio de ambos dio sus frutos y  nuestras vidas sean  inmensamente mejores de lo que lo eran antes... Porque valió la pena. Que estoy deseando que en breve, podamos reencontrarnos, fundirnos en abrazos y besos (que aunque no le gustan mucho no podrá evitar que le dé) y que empecemos a intercambiar todas esas historias y recuerdos del tiempo que pasamos separados y a la vez, volver a empezar a crear memorias y vivencias nuevas... Otra vez juntos.  

Comentarios

  1. Una histoaria valiente en cual has tomado la decicion de dejar tu niño para vivir tu suño. No debes dejar a nadie criticar tus pasos, tu eres la doña de tu vida asi que hazlo como te gusta ! Te deseo lo major!

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